Martes 10 de marzo 16:45 h.
Llega el momento de dejar Cartagena; una ciudad bonita, acogedora, con gente maravillosa. Llevamos diez días aquí y parece que estuviéramos desde hace más tiempo. Nos da pena irnos pero nuestro viaje debe continuar. Hasta la próxima...
Nos vamos hacia Almería. Tripu: Jose, Pepe y Virgi. Nos despedimos de nuestros amigos franceses que esperamos volver a ver y subimos las velas.
El parte es muy bueno y podremos ir con el trapo un buen rato, a la noche seguramente habrá que encender motor. Pero el viento se ha ido más temprano de lo que esperábamos, el resto del trayecto hasta llegar a nuestro destino lo tenemos que hacer a motor. La luna llena brilla en el cielo.
A las 9:00h entramos en el Club de Mar de Almería. Desayunamos un rico chocolate caliente que ha traído Pepe y nos tiramos un par de horillas a descansar. Damos una vuelta por la ciudad, una tapilla y comemos en la bañera del barco. Hace un día espectacular; parece verano, 25º al sol. Nos encanta el sur.
Acompañamos a Pepe a la terminal de autobuses. Hasta luego, te conocemos hace poco y te has comportado como un gran amigo. Gracias por acompañarnos. "Tú te vienes..."
Jueves, 12 de marzo.
Hoy hemos estado caminando todo el día por la ciudad. Ayer tuvimos una primera toma de contacto y hoy ya empezamos a situarnos bastante bien.
¿Qué ver en Almería? Pasear por la Avenida Federico García Lorca y el Paseo de Almería; subir a la Alcazaba, una de las fortificaciones militares del Al-Andalus mejor conservadas; la catedral; el Cable Inglés, los refugios de la Guerra Civil...
Pero lo mejor de Almería, las tapas. Es algo que nos entusiasma. Se puede ir de tapeo por un precio muy razonable y se trata de ir descubriendo
dónde ponen las mejores tapas. Por 1'75 € puedes tomar una cañita con una rica tapa a elegir (callos, habitas con jamón, carne con tomate, un revuelto de ajitos con gambas...)
Nos hemos topado con Casa Puga que parece ser que es de las más típicas y la más antigua de la ciudad, fundada en 1870.
Este fin de semana hemos tenido una visita muy especial, han venido Laura y Kiko desde Granada. A mi amiga Laura la conocí hace ya siete años (cómo pasa el tiempo...) en mi estancia de un año en Buenos Aires, uno de los mejores años de mi vida. ¡Cómo nos divertimos!
Hemos aprovechado para ir al punto más sudoriental de la península.
En el Cabo de Gata se entrelazan mar y montaña; un mar bello y silencioso y unas elevaciones que parece luchen con el agua para hacerse con el protagonismo; incluso se
atreven a adentrarse en el terreno contrario. En este lugar te sientes a salvo, en paz, parece que te hayas desplazado miles de kilómetros para llegar hasta allí. Sin duda, es único.
La temperatura de este Parque Natural es ideal, dado que se sitúa entre las más cálidas de la península. Tiene dos zonas muy diferenciadas: la Sierra de Gata, de origen volcánico, y las dunas
y salinas, de origen sedimentario. Nosotros hemos paseado por la segunda.
El parque se conserva maravillosamente y parece que el ser humano todavía no sepa que exista.